En este artículo podemos leer sobre algunos de los efectos beneficiosos o positivos que ciertos rumores pueden generar en la empresa, pero en materia de gestión de personas, el rumor constituye uno de los más poderosos enemigos que puede causar estragos y destruir el trabajo de muchos meses en pocas semanas.
«La verdad se difunde a paso de tortuga, el rumor se esparce con la velocidad de una liebre.»
En las organizaciones, los rumores tienden a aparecer ante cambios importantes de estructura o en climas de desconfianza. En general, cuando la comunicación oficial no es lo suficientemente fluida, los «rumorólogos» se mueven como pez en el agua y elaboran «boletines informativos» basados en la especulación y los prejuicios propios. Estos rumores, normalmente, son mejor recibidos por la plantilla que la información corporativa, y desgraciadamente para los que gestionamos personas, aumentan el rechazo y disminuyen el compromiso de nuestros colaboradores.
La fácil propagación del rumor hace que el mensaje cale hondo en la mente de los trabajadores y les desvíe de sus quehaceres diarios, provocando un ambiente de desmotivación y desapego que además repercute en la productividad, resultados, etc.
Gestionar los cambios de forma eficiente, apoyar las comunicaciones oficiales con hechos e implantación real de medidas planteadas, así como mantener abiertos canales de feedback para poder pulsar periódicamente la situación de «toxicidad» del ambiente laboral; pueden ser herramientas útiles para minimizar los efectos nocivos de la rumorología.
En algunos escritos sobre este tema se habla de la posibilidad de utilizar los rumores como «globo sonda» en interés de la propia organización (detectar fugas de información, colaboradores con «la lengua muy larga», etc.). En mi opinión personal, los responsables de RRHH no debemos caer en este juego, nuestra función debe estar siempre y en todo momento libre de sospecha. La confianza y la credibilidad son atributos que definen al profesional de la gestión de personas, y nunca debemos ponerlos en riesgo. Y mucho menos, por un simple rumor.
Buena gestion de la comunicacion interna para evitar estos problemas.
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La transparencia y la buena comunicación interna en todo momento puede ayudar a que no surjan los rumores, o surjan menos. Pero como dices, hay que ganarse la confianza y credibilidad en base a lo anterior.
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Gracias por vuestros comentarios chicos. Efectivamente, comunicación y credibilidad. Predicar con el ejemplo suele ser un buen comienzo. Saludos!!
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